La prueba de estanqueidad de la red es un requisito reglamentario en muchos países. Varias leyes suelen exigir este tipo de comprobación en las instalaciones de gas combustible. La frecuencia de las inspecciones depende del tipo de instalación y de su uso.

Cualquier variación significativa de la presión dentro de un sistema indica una posible fuga. Por lo tanto, para medir la estabilidad de la presión se puede utilizar un manómetro especial de presión diferencial de gas. Sauermann ofrece una amplia gama de dispositivos que pueden realizar esta prueba, con diferentes rangos de medición de hasta ±2000 mbar.

El desgaste de juntas y conexiones, un mal apriete o la corrosión de la instalación pueden provocar fugas. Un detector electrónico las localiza rápidamente para poder tomar las medidas necesarias para que la instalación cumpla la normativa.

Cuando se trata de detectar fugas, el Si-CD3 de Sauermann ofrece numerosas ventajas, como la facilidad de uso y la rapidez de detección. Su mayor punto fuerte es su alta sensibilidad, muy superior a los métodos tradicionales con agua jabonosa. En caso de avería, su alarma sonora y visual le avisa inmediatamente.

Durante el trabajo en las salas de calderas, los operarios pueden estar expuestos a compuestos explosivos (CH4, H2S) o gases tóxicos (CO), e incluso correr el riesgo de falta de oxígeno (O2). Para su seguridad, es esencial que utilicen equipos de protección individual (EPI).

Dentro del alcance del EPI, los operarios pueden confiar en los detectores de gas para garantizar su seguridad. Tanto si se trata de un solo gas como de varios, los detectores Kimo controlan las superaciones de umbrales en espacios confinados, garantizando que cada técnico reciba alertas de riesgos en tiempo real.