Las placas electrónicas con sensor de presión SPI2 disponen de un sistema de compensación en temperatura (de 0 a 50°C), así como de un sistema de autocalibración para garantizar una excelente estabilidad de la medición a largo plazo, junto a una gran precisión.
Principio de autocalibración: el microprocesador activa la electroválvula para compensar cualquier deriva a largo plazo del sensor de presión. Esta compensación se efectúa a través de un ajuste regular del cero. La medición de la presión diferencial no sufre alteración alguna debida a las condiciones ambientales del transmisor.
