Aire acondicionado: 10 comprobaciones para prevenir fugas de agua
Una fuga de agua puede causar muchos daños, sobre todo cuando no es evidente. En estos casos de fugas poco visibles, nos damos cuenta de la filtración de agua cuando ya es demasiado tarde… Por este motivo, debemos mantener la vigilancia y comprobar que las unidades de aire acondicionado evacuen correctamente sus condensados. Para evitar una catástrofe, o hallar una solución a las fugas, conviene llevar a cabo las sencillas comprobaciones que siguen.
Aviso a los particulares: Antes de todo, asegúrese de que un profesional lleve a cabo el seguimiento de su instalación de aire acondicionado, realizando una inspección de mantenimiento anual. Esta operación debe efectuarse preferentemente después del invierno, cuando la unidad de aire acondicionado lleva sin funcionar mucho tiempo o se ha utilizado en modo calefacción (en este caso, los condensados fluyen hacia su unidad externa, dejando inutilizada la evacuación de la unidad interna). |
1. Compruebe que la unidad disponga de una bomba de condensados adaptada
Si la bomba de condensados no está adaptada a la instalación de aire acondicionado, puede no tener suficiente potencia de descarga o de caudal de bombeo. En ambos casos, el condensado no se evacuará correctamente y rebosará, ocasionando una fuga.
Por tanto, se debe comprobar que la bomba sea suficientemente potente para la longitud de los conductos del circuito de evacuación y que pueda asumir la producción de condensados en una cantidad determinada por la potencia de la unidad y la humedad media del aire interior.
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2. Compruebe que la unidad y el detector de la bomba estén en posición horizontal
Si no está instalado perfectamente horizontal, el detector de la bomba (un depósito provisto de un flotador) puede rebosar antes de señalar a la bomba la presencia de condensados a evacuar. Asimismo, la unidad de aire acondicionado debe estar perfectamente fijada en horizontal para que la ligera pendiente de el depósito de recuperación de condensados esté orientada en el sentido de su evacuación.
Este tipo de instalación puede desplazarse con el tiempo, de modo que se debe comprobar con un nivel de burbuja que todo se mantiene horizontal sobre los dos ejes del plano de colocación.
3. Compruebe que la bomba no se encuentre en un lugar que se calienta demasiado en verano
En general, las bombas de condensados disponen de un sistema de seguridad que, para protegerlas, las desactiva más allá de una determinada temperatura. En condiciones normales, este sistema de seguridad no tiene ningún motivo para activarse, pero las altas temperaturas pueden provocar su activación si la bomba está situada en un lugar mal aislado, a pleno sol. Esto sucede en algunas buhardillas o bajo techos poco aislados o sin aislamiento. Es por ello que es preciso estar atentos a este tipo de detalles en los veranos muy cálidos y soleados, en especial durante los episodios de canícula.
4. Compruebe que la evacuación no esté obstruida
El tubo flexible de PVC que evacua los condensados puede obstruirse, a menudo a causa de insectos. Una araña puede hilvanar su capullo en el interior del tubo, creando un tapón muy eficaz. Este tipo de problema aparece con frecuencia en unidades de aire acondicionado con una evacuación de condensados por gravedad (sin bomba), ya que la presión del fluido es muy baja, lo que permite que el tapón crezca hasta bloquear el tubo en todo su diámetro. Asimismo, una acumulación de biofilm puede acabar obstruyendo el tubo. ¡No olvide comprobar este detalle!
5. Compruebe que se haya limpiado el circuito de evacuación después del invierno
De manera general, se debe comprobar todo el circuito de evacuación de condensados de principio a fin para asegurarse de que efectivamente se ha limpiado. El depósito de recuperación del módulo interno de la unidad de aire acondicionado no debe haber acumulado excesiva suciedad. Es especialmente importante que el detector de la bomba esté totalmente limpio para que su flotador no se adhiera a causa del biofilm, que puede haberse secado tras un largo período de inactividad. Este artículo explica cómo limpiar correctamente una bomba de condensados.
6. Compruebe que los tubos de evacuación no estén pinzados
Los condensados pueden quedar obstruidos incluso en instalaciones casi nuevas y perfectamente limpias. Los tubos transparentes, que forman el grueso del circuito de evacuación de condensados, pueden adoptar pliegues indebidos en algunas bifurcaciones. En tal caso, el tubo puede pinzarse y bloquear o reducir el flujo del líquido. Un incidente que parece absurdo, pero que sucede con frecuencia, ya que los tubos transparentes son muy flexibles, como las mangueras de jardín.
7. Compruebe que la bomba funcione correctamente, incluso con la unidad de aire acondicionado apagada
Es posible probar el conjunto del sistema de evacuación de condensados con una botella de cebado, para simular el paso de un fluido. Recuerde que debe introducir el líquido poco a poco (evite verter de golpe una botella de agua llena en una unidad de aire acondicionado, ya que el caudal sería excesivo).
También es importante comprobar que el líquido vertido se bombee correctamente con la unidad de aire acondicionado apagada. La bomba debe poder funcionar independientemente de la unidad de aire acondicionado, cuya condensación puede seguir fluyendo durante largo tiempo después de apagarla.
Asimismo, es muy importante comprobar que la alarma de la bomba esté correctamente conectada a la unidad de aire acondicionado, de manera que si la bomba sufre una avería, corte automáticamente la unidad para evitar fugas de condensados.
8. Inspeccione todas las juntas y compruebe su solidez y su estanqueidad
Las distintas juntas de tubo en cada boquilla antes y después de la bomba deben asegurarse con abrazaderas de apriete. Cuando los tubos transparentes envejecen, pueden aflojarse a nivel de dichas uniones y, sin un anillo de apriete, pueden acabar soltándose o simplemente perder estanqueidad. Un detalle que no debe olvidarse al instalar o realizar el mantenimiento de una unidad de aire acondicionado.
9. Compruebe que el circuito de gas refrigerante esté bien aislado
Es muy importante aislar los tubos de cobre del circuito cerrado de gas refrigerante. Muy sensible a las variaciones de temperatura, este sistema por cambio de fase puede perder mucho rendimiento si no está aislado. Un tubo puede enfriarse lo suficiente para generar escarcha en su superficie si está al aire libre. Es imprescindible aislarlo con un manguito adaptado, ya que la escarcha siempre acaba por fundirse, lo que provoca fugas y filtraciones de agua en la pared por la que discurre el tubo de cobre.
10. Compruebe la obstrucción de las aletas y los filtros de polvo
Resulta igualmente importante comprobar la limpieza del propio sistema HVAC. Su peor enemigo: ¡el polvo! Si las aletas están demasiado sucias, el aire impulsado por el ventilador deja de pasar por ellas. En consecuencia, las aletas se escarcharán y el aire parcialmente enfriado se dirigirá a otro lugar donde no habrá un depósito de recuperación de condensados. La fuga está garantizada.
La situación es muy similar si el filtro de aire, situado antes del ventilador, también presenta un exceso de polvo. El ventilador dejará de tener aire disponible y en las aletas del módulo interno de la unidad de aire acondicionado se formará escarcha que, al fundirse, también puede acabar dirigiéndose al lugar incorrecto.
Todas estas comprobaciones forman parte integrante de las operaciones de mantenimiento que llevan a cabo los profesionales responsables del seguimiento de las instalaciones de aire acondicionado.
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