Un anemómetro portátil mide principalmente la velocidad de un flujo de aire, pero también puede utilizarse para calcular el caudal volumétrico en un conducto de ventilación, o en un respiradero de suministro o escape. Hoy en día, estos instrumentos suelen incorporar un sensor de temperatura para medir la temperatura del flujo de aire y su velocidad al mismo tiempo, por lo que se denominan termoanemómetros.

La medición del caudal volumétrico del aire de impulsión y de retorno no sólo garantiza el correcto funcionamiento de un sistema aeráulico, sino que también es necesaria para evaluar la tasa de renovación del aire interior (IARR) y la tasa de mezcla, que son parámetros clave en la calidad del aire interior (IAQ) y las cascadas de presión dentro de un edificio.