El rendimiento de combustión designa una medición de la eficacia con la que un combustible determinado se quema y se convierte en energía útil (por ejemplo, en calor). Los cálculos se basan en tres factores BÁSICOS:

1. Las propiedades químicas del combustible quemado (por ejemplo, propano, gas natural, fueloil, etc.).
2. El porcentaje de CO2 por volumen al término del proceso de combustión.
3. La diferencia de temperatura NETA entre la temperatura del aire primario utilizado y la temperatura de los gases de combustión.

La temperatura diferencial NETA, medida por medio de un ΔT, constituye un parámetro CLAVE en los cálculos de rendimiento de combustión. Para probar calentadores de agua, hornos industriales y calderas atmosféricas estándares, nuestros analizadores de combustión utilizan su propio sensor de temperatura interna integrado para medir la temperatura ambiente de la sala (Ta), dado que el aire ambiente es en realidad el aire primario utilizado para alimentar la combustión en el sistema. Al situar la sonda a nivel del conducto, el analizador mide la temperatura del gas de combustión a la salida de la chimenea (Tg), simultáneamente a la del aire ambiente. Como se ha indicado anteriormente, el rendimiento de combustión se calcula sobre la base de la diferencia de temperatura NETA entre el aire ambiente primario y el gas de combustión.

Ejemplo: 200 °C en la chimenea – 20 °C ambiente = ΔT de 180 °C
Nuestro analizador de combustión calcula automáticamente el ΔT, que a continuación se combina automáticamente con el valor de CO2 que también ha calculado y las propiedades químicas del tipo de combustible quemado (gas natural, fueloil, etc.). El analizador procede de este modo al cálculo, la visualización y el registro del rendimiento de combustión global del equipo.